REVOLUCION
FRANCESA
La Revolución francesa fue un conflicto
social y político, con diversos periodos de violencia, que
convulsionó Francia y, por extensión de sus implicaciones, a otras
naciones de Europa que enfrentaban a partidarios y opositores del sistema
conocido como el Antiguo Régimen. Se inició con la autoproclamación
del Tercer Estado como Asamblea
Nacional en 1789 y finalizó con el golpe de estado
de Napoleón Bonaparte en 1799.
Si bien, después de que la Primera República cayera
tras el golpe de Estado de Napoleón Bonaparte, la organización
política de Francia durante el siglo XIX osciló
entre república, imperio y monarquía constitucional, lo
cierto es que la revolución marcó el final definitivo del feudalismo y
del absolutismo en ese país, y dio a luz a un nuevo régimen donde
la burguesía, apoyada en ocasiones por las masas populares, se convirtió
en la fuerza política dominante en el país. La revolución socavó las bases del
sistema monárquico como tal, más allá de sus estertores, en la medida en que lo
derrocó con un discurso e iniciativas capaces de volverlo ilegítimo.
Según la historiografía clásica, la Revolución francesa marca el
inicio de la Edad Contemporánea al sentar las bases de la democracia
moderna, lo que la sitúa en el corazón del siglo XIX. Abrió nuevos horizontes
políticos basados en el principio de la soberanía popular, que será el
motor de las revoluciones de 1830, de 1848 y de 1871.
INDEPENDENCIA
DE ESTADOS UNIDOS
La Declaración
de Independencia de los Estados Unidos de Américab (cuyo título
oficial es The unanimous declaration of the thirteen United States of
America)a es un documento
redactado por el segundo Congreso Continental —en la Cámara Estatal de
Pensilvania (ahora Salón de la Independencia) en Filadelfia el 4 de julio
de 1776— que proclamó que las Trece Colonias
norteamericanas —entonces en guerra con el Reino de Gran Bretaña— se habían autodefinido como trece
nuevos Estados soberanos e independientes y ya no reconocían el
dominio británico. en su lugar formaron una nueva nación: los Estados Unidos. John Adams fue uno de
los políticos que emprendió el proceso de independencia, aprobado el 2 de julio
por el Congreso en pleno sin oposición. Un comité se encargó de redactar la declaración formal, la cual se presentó
cuando el Congreso votó sobre la misma dos días después.
Adams persuadió al
comité para que se encomendase a Thomas Jefferson la tarea de
dirigir la redacción del borrador original del documento, que el Congreso editó
para producir la versión final. La Declaración era fundamentalmente una
explicación formal de por qué el Congreso rompió sus lazos
políticos con Gran Bretaña el 2 de julio, más de un año después del
estallido de la Revolución estadounidense. Al día siguiente, Adams escribió a
su esposa Abigail: «El segundo día de julio de 1776 será la época más memorable en la
historia de América» Sin embargo, el Dia de la Independencia se celebra
dos días después, fecha en la que se aprobó.
INDEPENDENCIA
DE MEXICO
La Independencia de México fue la consecuencia
de un proceso político y social resuelto con las armas, que puso fin al
dominio español en los territorios de Nueva España. La guerra
por la independencia mexicana tuvo su antecedente en la invasión de Francia a
España en 1808 y se extendió desde el Grito de Dolores, el 16 de
septiembre de 1810, hasta la entrada del Ejército
Trigarante a la Ciudad de México, el 27 de
septiembre de 1821.
El movimiento independentista mexicano tiene como marco
la Ilustración y las revoluciones liberales de la última parte
del siglo XVIII. Por esa época la élite ilustrada comenzaba a reflexionar
acerca de las relaciones de España con sus colonias. Los cambios en
la estructura social y política derivados de las reformas borbónicas, a
los que se sumó una profunda crisis económica en Nueva España, también
generaron un malestar entre algunos segmentos de la población.
La ocupación francesa de la metrópoli
en 1808 desencadenó en Nueva España una crisis política que
desembocó en el movimiento armado. En ese año, el rey Carlos
IV y Fernando VII abdicaron sucesivamente en favor
de Napoleón Bonaparte, que dejó la corona de España a su hermano José
Bonaparte. Como respuesta, el ayuntamiento de México —con apoyo del
virrey José de Iturrigaray— reclamó la soberanía en ausencia del rey
legítimo; la reacción condujo a un golpe de Estado contra el virrey y
llevó a la cárcel a los cabecillas del movimiento.
A pesar de la derrota de los criollos en la Ciudad de México en
1808, en otras ciudades de Nueva España se reunieron pequeños grupos de
conjurados que pretendieron seguir los pasos del ayuntamiento de México. Tal
fue el caso de la conjura de Valladolid, descubierta en 1809 y cuyos
participantes fueron puestos en prisión. En 1810, los conspiradores
de Querétaro estuvieron a punto de correr la misma suerte, pero, al verse
descubiertos, optaron por tomar las armas el 16 de septiembre en
compañía de los habitantes indígenas y campesinos del pueblo
de Dolores (Guanajuato), convocados por el cura Miguel Hidalgo y
Costilla.
EL MEXICO DE SANTA ANNA
Se conoce como la época de Santa Anna
a las tres décadas que van de la consecución de la Independencia, en 1821,
hasta los años de la Reforma hacia la mitad del siglo. Durante ese tiempo
Antonio López de Santa fue uno de los personajes que mayor influencia tuvo en
los destinos del país, lo cual no significa que haya sido el único responsable
de la inestabilidad, y de la debilidad de la nación.
México, que había vivido tres siglos de relativa calma entró, nomás conseguir su Independencia de España, en un periodo de agitación política en la que fue incapaz de crear un sistema de gobierno estable. En pocos años se pasó del Imperio de Agustín de Iturbide a la República Federal y de ésta al Centralismo y luego a variantes de las dos últimas.
Michael Costeloe -en La República central en México, 1835-1846- enlista a 16 presidentes más 33 gobernantes provisionales que hacen un total de 49 gobiernos, esto sólo en el periodo de 1824 a 1857.
Aunque hubo esfuerzos para generar un sentimiento de unidad nacional y de identidad después de la Independencia, el rasgo característico de esta época es la diversidad de intereses, políticos o económicos, es decir, el regionalismo.
La cohesión y la unidad que había conseguido el Virreinato se perdieron con la Independencia. Las diferentes regiones demandaron una forma de gobierno federal en donde se representarán sus intereses. Por otro lado, la apertura política que propició la Independencia llevó a muchos mexicanos a incursionar en esta actividad, por lo que pronto se vio a una gran cantidad de hombres, por lo general con poca experiencia, participando en la acción y el debate políticos.
México, que había vivido tres siglos de relativa calma entró, nomás conseguir su Independencia de España, en un periodo de agitación política en la que fue incapaz de crear un sistema de gobierno estable. En pocos años se pasó del Imperio de Agustín de Iturbide a la República Federal y de ésta al Centralismo y luego a variantes de las dos últimas.
Michael Costeloe -en La República central en México, 1835-1846- enlista a 16 presidentes más 33 gobernantes provisionales que hacen un total de 49 gobiernos, esto sólo en el periodo de 1824 a 1857.
Aunque hubo esfuerzos para generar un sentimiento de unidad nacional y de identidad después de la Independencia, el rasgo característico de esta época es la diversidad de intereses, políticos o económicos, es decir, el regionalismo.
La cohesión y la unidad que había conseguido el Virreinato se perdieron con la Independencia. Las diferentes regiones demandaron una forma de gobierno federal en donde se representarán sus intereses. Por otro lado, la apertura política que propició la Independencia llevó a muchos mexicanos a incursionar en esta actividad, por lo que pronto se vio a una gran cantidad de hombres, por lo general con poca experiencia, participando en la acción y el debate políticos.
En esas tres primeras décadas
México enfrentó situaciones muy difíciles -guerras intestinas,
conflictos con las grandes potencias europeas y con los Estados Unidos, la
bancarrota, etc.- que resultarían determinantes para la posterior
conformación del país.
INDEPENDENCIA
DE TEXAS
La guerra de la Independencia de Texas, o Revolución
de Texas, tuvo lugar entre el 2 de octubre de 1835 y
el 21 de abril de 1836. Las partes en conflicto
fueron México y la provincia de Texas, perteneciente
jurídicamente por aquel entonces al estado de Coahuila y Texas.
Los problemas entre el gobierno mexicano y los
colonos angloparlantes en Texas comenzaron con la promulgación de la
constitución centralista de 1835, conocida como las Siete Leyes. Esta
nueva legislación, promulgada por el presidente mexicano Antonio López de
Santa Anna, dejaba sin efecto la antigua Constitución federal de 1824.
Poco tiempo después, surgieron pronunciamientos en varias regiones del país. La
guerra comenzó en territorio tejano el 2 de octubre de 1835, con
la batalla de Los González. Rápidamente, las fuerzas texanas tomaron La
Bahía y San Antonio Béjar, aunque pocos meses después serían
derrotadas.
Después de algunas victorias mexicanas, la guerra terminó
inesperadamente con la batalla de San Jacinto, a más de 300 kilómetros de
la actual ciudad de San Antonio. En ese lugar, el general Samuel
Houston condujo a los rebeldes tejanos y a los voluntarios estadounidenses
a una aplastante victoria contra tropas mexicanas, al mando de Antonio
López de Santa Anna, saldándose con el general capturado tras la batalla. Tras
la conclusión de la guerra, se formalizó la independencia de la República
de Texas de facto. El congreso mexicano nunca aceptó el Tratado de
Velasco argumentando que, al estar firmado por un presidente preso, no
tenían ninguna validez legal. Prueba de ello es que entre 1842 y 1844 se llevó
a cabo una segunda campaña en Texas al mando del general Mariano Arista.
Esta segunda expedición fue una reacción del ejército a las críticas contra la
inactividad del presidente Anastasio Bustamante para recuperar Texas,
un hecho que más tarde provocó su derrocamiento y el retorno de Santa Anna a la
presidencia. Texas se unió en 1845 a los Estados Unidos, y las
reclamaciones de ambas partes no quedarían finiquitadas hasta la guerra
entre Estados Unidos y México, que se prolongaría entre 1846 y 1848.
LEYES DE REFORMA
Las Leyes de Reforma son un
conjunto de leyes expedidas entre 1855 y 1863, durante los gobiernos de Juan Álvarez, Ignacio Comonfort y Benito
Juárez. El objetivo principal de estas leyes era
separar a la Iglesia del Estado.
El 4 de mayo de 1855, se proclamó el Plan de Ayutla en contra de la dictadura de Santa Anna, la revolución encabezada
por Florencio Villarreal, Juan
Álvarez e Ignacio Comonfortse extendió por diversas partes del país, logrando el
éxito en octubre de 1855. Un aspecto importante de Juan Álvarez fue que asumió
en su gabinete a liberales jóvenes, gracias a ello gente tan importante para la
historia de México como Melchor Ocampo, Benito Juárez, Guillermo Prieto e Ignacio
Comonfort, tuvieron la oportunidad de tener una participación política activa.
En su administración, Álvarez se dedicó a hacer leyes que mantuvieran al país
bajo los ideales del liberalismo, como la Ley Juárez, y la disposición de
Melchor Ocampo que privaba del derecho al voto al clero. Por motivos
personales, Juan Álvarez renunció a su cargo en diciembre de 1855 y dejó a
Ignacio Comonfort como el responsable de la presidencia del país.
Mediante la expedición de estas leyes y
decretos se logró en México la separación Iglesia-Estado. La
nueva constitución polarizó a la sociedad, en diciembre de 1857 los
conservadores desconocieron al gobierno y a la nueva carta magna mediante
el Plan de Tacubaya, el cual dio inicio
a la guerra de Reforma o de los tres
años. Los liberales lograron la victoria, el 1 de enero de 1861, el presidente
Juárez regresó a la Ciudad de México. Es por esta razón que varios de los
decretos y leyes fueron expedidos en el puerto de Veracruz. Sin embargo, la
estabilidad del país volvió a ser interrumpida, el gobierno tuvo que suspender
los pagos a la deuda extranjera. Mediante la Convención de Londres, los gobiernos de Francia, Reino Unido y España decidieron intervenir en México. Se logró un
acuerdo con los británicos y los españoles, pero no así con los franceses,
quienes con este pretexto y con la ayuda de los conservadores comenzaron
la intervención armada3 y
poco después el Segundo Imperio Mexicano. Juárez
se vio obligado a escapar de la capital manteniendo su gobierno itinerante
hasta que, en 1867, logró restaurar definitivamente la República.
PRIMERA INVASION NORTEAMERICANA
La Intervención
estadounidense en México (llamada también Guerra México-Americana),
conocida como Guerra de Estados Unidos-México (Mexican-American
War en inglés), fue un conflicto bélico que enfrentó a ambos países
entre los años de 1846 y 1848. Se inició a consecuencia de las pretensiones
expansionistas de los Estados Unidos, cuyo primer paso fue la creación de
la Republica de Texas separándose del estado mexicano de Coahuila y
Texas. Otros detonantes fueron la entrada del ejército estadounidense en la
zona comprendida entre los ríos Nueces y Bravo y la demanda de
indemnización al gobierno mexicano por los daños causados en Texas durante
su guerra de independencia.
Los estadounidenses desembarcaron
en Veracruz y conquistaron la capital mexicana, tras lo cual los mexicanos se
vieron obligados a firmar la paz de
Guadalupe Hidalgo por
la que los EEUU se anexionaron los actuales estados de California, Nuevo México, Arizona, Nevada, Utah, la
mayor parte de Colorado y parte del hoy
llamado Wyoming.
La invasión estadounidense a
México tiene en este caso sus antecedentes en las políticas expansionistas de
Estados Unidos que desde 1809 se
venían observando: la compra de la Luisiana española a Napoleón Bonaparte, que
la había adquirido de Fernando de Borbón, en 1803 y
la firma del Tratado Adams-Onís de 1819 con
el que España cedió la península de
la Florida, son algunos ejemplos.
Cuando México logró su independencia, Estados Unidos envió a Joel Robert Poinsett como representante para
firmar un tratado de límites llamado Tratado de Velasco, en el cual Estados Unidos intentó
infructuosamente anexarse la provincia mexicana de Texas.
Posteriormente se inició un proceso de ocupación pacífica en la que miles de
emigrantes estadounidenses, agricultores y aventureros, se van estableciendo
con o sin permiso de las autoridades mexicanas en esa región; desde 1823, con
el permiso del gobierno mexicano, Stephen Austin comenzó a llevar emigrantes anglosajones a
Texas. El 25 de agosto de 1829 Poinsett ofreció cincuenta millones de dólares
por el territorio de Texas.6
GUERRA DE LOS PASTELES
La guerra de los pasteles fue el primer
conflicto bélico entre México y Francia, y formalmente tuvo lugar entre el 16
de abril de 1838 y el 9 de marzo de 1839.
Las primeras décadas de la historia
Independiente de México, fueron de anarquía y desorden en los aspectos
económico, político y demográfico.
La inestabilidad del país se reflejaba en todos los órdenes de la sociedad, y en particular en las fronteras la migración ilegal y el contrabando eran comunes por la falta de vigilancia.
Debido a esto y muchos problemas, México estaba en la mira de los países extranjeros, dispuestos a intervenir cuando lo consideraran oportuno.
La inestabilidad del país se reflejaba en todos los órdenes de la sociedad, y en particular en las fronteras la migración ilegal y el contrabando eran comunes por la falta de vigilancia.
Debido a esto y muchos problemas, México estaba en la mira de los países extranjeros, dispuestos a intervenir cuando lo consideraran oportuno.
A partir de la consumación de la
Independiente de 1821, los franceses, que profesaban la misma religión, y
además pertenecían a una cultura que influía grandemente en la mexicana,
pudieron radicarse en el país, consagrándose al comercio, la pequeña industria,
el artesanado e ingresando en el ejército nacional.
En 1827, se había celebrado un convenio
con Francia bajo el nombre de "Declaraciones Provisionales",
que sentaban las bases para el futuro arreglo de las relaciones entre ambos
países.
La colonia francesa era próspera y bien
vista cuando Francia reconoció en 1830 la Independencia y en el momento en que
se firmaron los acuerdos comerciales de 1831 y 1832, que otorgaron a la nación
francesa y sus ciudadanos el tratamiento de nación más favorecida.
Las rebeliones y asonadas ocurridas en
las primeras décadas afectaron tanto a los mexicanos y extranjeros, al igual
que los préstamos forzosos que el gobierno impuso a la población para salir de
sus apuros económicos.
De esos hechos, y a través del barón
Deffaudis, embajador de francés, los comerciantes franceses avecinados en
México enviaron una serie de reclamaciones, que fueron recibidas en Paris con
alarma.
Entre estas reclamaciones, se encontraba la del señor Remontel, dueño de un restaurante de Tacubaya, donde algunos oficiales del presidente Santa Anna en 1832 se habían comido unos pasteles sin pagar la cuenta, por lo cual exigía ser indemnizado. Ese fue el motivo a que el pueblo mexicano identificara a esta guerra con Francia con el nombre de "Guerra de los Pasteles".
Entre estas reclamaciones, se encontraba la del señor Remontel, dueño de un restaurante de Tacubaya, donde algunos oficiales del presidente Santa Anna en 1832 se habían comido unos pasteles sin pagar la cuenta, por lo cual exigía ser indemnizado. Ese fue el motivo a que el pueblo mexicano identificara a esta guerra con Francia con el nombre de "Guerra de los Pasteles".
PRIMERA INTERVENCION FRANCESA
La primera intervención francesa en México, también
conocida como la guerra de los Pasteles, fue el primer conflicto
bélico entre México y Francia. Tuvo lugar del 16 de abril de 1838 al 9
de marzo de 1839.
Las operaciones de la creación de los pasteles se enmarcan en un
intento de obtener privilegios económicos en Hispanoamérica. Previamente se
habían producido bloqueos a Buenos Aires y sobre Uruguay el 28 de
marzo de 1837, bloqueo que se completó con la organización de un ejército
insurgente contra Uruguay, que junto con el bloqueo marítimo acabó tomando la
capital de Uruguay (el presidente de Uruguay renunció y se fue a Buenos Aires).
Como explicaba una carta del vicecónsul francés Aimé Roger al primer
ministro de Francia, el objetivo de este primer bloqueo era "infligir a la
invencible Buenos Aires un castigo ejemplar, que será una lección saludable
para todos los demás Estados americanos, corresponde a Francia hacerse conocer
si quiere que se la respete".
En 1827, se había celebrado un convenio con Francia bajo el
nombre de Declaraciones Provisionales, que sentaban las bases para
el futuro arreglo de las relaciones entre ambos países. A través del barón Deffaudis,
embajador francés, los comerciantes franceses avecindados en México enviaron
una serie de reclamaciones, que fueron recibidas en París con alarma.
Entre estas reclamaciones, se encontraba la del señor Remontel,2 dueño de un
restaurante de Tacubaya, donde algunos oficiales del presidente Santa
Anna se habían comido en 1832 unos pasteles sin pagar la cuenta
(posiblemente fue por daños al restaurante), por lo cual exigía ser indemnizado
con seiscientos mil pesos.1 Ese fue el motivo por
el cual el pueblo mexicano identifica esta guerra con Francia con el nombre de
"guerra de los Pasteles".
México había acabado en 1836 la guerra con Texas, y el 28 de diciembre España reconoce finalmente la independencia de México (lo que eliminaba el problema de atacar un territorio reclamado por un país amigo), y llegado el año de 1838, aún no se había podido concertar un tratado definitivo en virtud de que el representante francés, el barón Antoine-Louis Deffaudis, no estaba de acuerdo con dos artículos del convenio. En consecuencia, Deffaudis abandonó su misión diplomática en México y regresó a Francia, para volver al poco tiempo (marzo) acompañado de diez barcos de guerra que apoyaban las reclamaciones de su gobierno: las fragatas Nereida, Gloria y Efigenia; la corbeta Criolla; las bombarderas Vulcano y Cíclope y los bergantines Coracero, Alcibíades y Eclipse. Fondearon frente a la Isla de Sacrificios, Veracruz, amenazando con invadir el territorio mexicano si México no cumplía las condiciones que Deffaudis plasmó en un ultimátum, que vencía el 15 de abril.
BATALLA DE PUEBLA
La batalla de Puebla fue un
combate librado el 5 de mayo de 1862 en las cercanías de la ciudad de Puebla, entre los ejércitos de la República
Mexicana, bajo el mando de Ignacio
Zaragoza, y del Segundo Imperio francés, dirigido por Charles Ferdinand Latrille,
conde de Lorencez, durante la Segunda
Intervención Francesa en México, cuyo resultado fue
una victoria importante para los mexicanos ya que con unas fuerzas consideradas
como inferiores lograron vencer a uno de los ejércitos más experimentados y
respetados de su época. Pese a su éxito, la batalla no impidió la invasión del
país, aunque sí que sería la primera batalla de una guerra que finalmente
México ganaría. Los franceses regresarían al siguiente año, con lo que se libró
una segunda batalla en Puebla en
la que se enfrentaron 35 000 franceses contra 29 000 mexicanos
(defensa que duró 62 días) y lograrían avanzar hasta la Ciudad de México, lo
que permitió establecer el Segundo Imperio Mexicano. Finalmente, después de perder 11 000 hombres
debido a la actividad guerrillera que nunca dejó de subsistir, los franceses se
retiraron incondicionalmente del país en el año 1867 por mandato del
Emperador Napoleón III ante la
amenaza de Prusia en Europa y la
amenaza estadounidense de
invadirle sino se retiraba de México.
Después de que el
presidente Benito Juárez anunciara que no pagaría la deuda externa, en
octubre de 1861, Francia, Inglaterra y España suscribieron la Convención de
Londres, en la cual se comprometieron a enviar contingentes militares a México
para reclamar sus derechos como acreedores por una deuda que ascendía a
alrededor de 80 millones de pesos, de los que aproximadamente 69 millones
corresponderían a Inglaterra, 9 millones a España y 2 millones a Francia.
El contingente europeo
estaba conformado como sigue:
·
España: 6000 hombres al mando del General Juan Prim.
·
Francia: 3000 hombres dirigidos por el Contraalmirante Edmond Jurien de
la Graviere.
·
Reino Unido: 700 marines bajo el comando del Comodoro Dunlop.
Poco después de reunirse,
los representantes de los tres países enviaron un ultimátum al gobierno
mexicano en el que pedían el pago de sus deudas; de lo contrario, invadiría el
país. Juárez, quien gobernaba a un país que apenas empezaba a levantarse de la
postración económica, respondió con un exhorto a lograr un arreglo amistoso, y
los invitó a una conferencia. Acompañó ese mensaje con la derogación del
decreto que suspendió los pagos. Al mismo tiempo, en vista de la posibilidad
real de una invasión militar que buscara llegar hasta la Ciudad de México, ordenó el
traslado de pertrechos y la fortificación de Puebla, así como crear
una unidad, a la que se designó como Ejército de Oriente, que fue puesta bajo el mando del general [José
López Uraga. En vista del desempeño deficiente de este mando, fue destituido y
en su lugar se designó a Zaragoza, quien dejó el
Ministerio de Guerra y se dirigió a Puebla para organizar la oposición al
avance francés con cerca de 10 000 hombres; cantidad mínima si se toma en
cuenta el vasto territorio que debía cubrirse.
PRIMEROS FERROCARRILES
La historia
del ferrocarril en España comienza en el siglo XIX con la
construcción de las primeras líneas ferroviarias y se extiende hasta la actualidad,
convirtiéndose en uno de los elementos más importantes de la sociedad y
la economía españolas.
El primer
ferrocarril español se construyó en Cuba en 1837 (entonces
provincia española) y correspondería a la línea La Habana-Güines. En 1836 en la
mina asturiana de Arnao, según hallazgos recientes, se sacaba el mineral mediante
un sistemas de vías y vagonetas que formaban trenes con tracción a
sangre. 1 Unos años más
tarde, en la península Ibérica se construyó la línea de Barcelona a Mataró en 1848. La línea, todavía
hoy en uso, contaba con una longitud de 29,1 km y unía las poblaciones de Barcelona, Mataró, San Adrián de Besós, Badalona o Premiá de Mar. A partir de esa fecha se
producirá una rápida expansión con la construcción de numerosas líneas de
ferrocarril de ancho ibérico a cargo de
las que se convertirán en las principales empresas ferroviarias de la época:
la Compañía de los
Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante (1856), la Compañía de los
Caminos de Hierro del Norte de España (1858) o la Compañía de los Ferrocarriles
Andaluces (1877). Esta situación se mantuvo sin grandes cambios hasta el
estallido de la Guerra civil española en 1936, conflicto que dañó gravemente
la red ferroviaria española.
En 1941 la Dictadura franquista emprendió la nacionalización de todos los
ferrocarriles españoles de ancho ibérico, mientras que las
compañías que operaban las líneas de vía estrecha todavía
mantuvieron su independencia hasta su posterior rescate estatal e integración
en empresa Ferrocarriles de Vía Estrecha (FEVE). Las
líneas de vía de ancho ibérico fueron integradas en la Red Nacional de los Ferrocarriles
Españoles (RENFE). Ambas empresas continuaron su existencia hasta su
desaparición, ya iniciado el siglo XXI, cuando sus
funciones fueron asumidas por Administrador de Infraestructuras
Ferroviarias (ADIF), encargada de las infraestructuras ferroviarias, y
por Renfe Operadora, encargada de la explotación de los ferrocarriles
de ancho ibérico, ancho internacional y vía estrecha. Por otro lado,
desde la inauguración de la Línea de alta velocidad
Madrid-Sevilla en 1992, se han ido expandiendo por España nuevas líneas hasta constituir una
nueva red Alta Velocidad Española (AVE).
DESCUBRIENTOS
DE ISAAC NEWTON
Isaac Newton fue un físico,
matemático, filósofo, científico y alquimista inglés de los siglos XVII
y XVIII (nació el 4 de enero de 1643 y murió el 31 de marzo de 1727 a
los 84 años).
Es considerado como uno de los más
grandes genios de la ciencia por el establecimiento de la Ley
de gravitación universal y las bases de la mecánica clásica, por medio
de las famosas Leyes de Newton.
Los
aportes realizados por Isaac
Newton en el área de las ciencias siguen estando
completamente vigentes en la actualidad. Por tanto, nos parece de un enorme
interés estudiar su figura y repasar con vosotros los descubrimientos e
inventos más importantes de su espléndida
biografía.
Ley de la Gravedad
En su obra Principia, Isaac
Newton desarrolló uno de los conceptos claves de la física moderna: la
llamada Ley de gravitación universal, más conocida como Ley de la
Gravedad. La ley sostiene que la fuerza gravitatoria entre dos cuerpos (por
ejemplo la Tierra y la Luna) está relacionada a la masa y la
distancia entre sí de los cuerpos. Con este postulado científico, Newton fue
capaz de dar explicación a los fenómenos físicos observables en
el universo.
La refracción de la luz blanca
En sus estudios sobre óptica, Isaac
Newton demostró que la luz blanca era en realidad la conjunción de una
banda de colores. La demostración es el famoso experimento en que se hace
pasar la luz por un prisma. Además, en su teoría
general sobre la luz determinó que ésta es formada por partículas, y que la
trayectoria en que se propaga es una línea recta.
INDEPENDENCIA DE CHIAPAS.
El Conflicto México-Guatemala de 1842 y tiempo después el de 1882 se refiere a los hechos ocurridos entre ambos países, por cuestiones territoriales, desde la disolución del Primer Imperio Mexicano y las Provincias Unidas de Centro América, que llevó a la ocupación militar de algunos territorios disputados por los ejércitos de Guatemala y México en diferentes épocas, 1840, 1841,1843, 1856-1858, finalizando con el tratado de límites de 1882 entre México y Guatemala.
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